Entender el feminismo desde la afirmación de la diferencia es tarea dificil, el feminismo tal y como yo lo entiendo implica la superación de la bipolariadad entre sexos, entre macho y hembra, entre hombre y mujer, entre masculino y femenino, que va creando nuestra identidad y nos determina en demasiadas cosas en base a unas características seleccionadas en nosotros que potenciadas dan como resultado la creación de un sujeto que juega un papel determinado en las relaciones de dominación en las que estamos envueltos.
Yo entiendo que muchos socialdemócratas bien pensantes, estrechos de miras, no pueden entender que viven en un mundo en el que las relaciones de dominación y los equilibrios de fuerzas se han ido gestando a lo largo de la historia y a lo largo de nuestra vida, y que no somos almas puras libres flotando, ni voluntades que aceptan las reglas de un contrato social en base al cual todos los individuos deciden lo que son y papel que van a jugar en la sociedad. Pero su problema fundamental viene del no saber diferenciar lo que son de lo que la historia y la educación ha moldeado en ellos clasificando a los grupos de población en base a rasgos identitarios como un pene o una vagina, y claro está no percatarse de que las diferencias entre dos hombres o dos mujeres entre si, son mucho más fuertes que las que hacen diferenciarse a una mujer y un hombre. El funcionamiento siempre es el mismo, la filiación en base a la igualdad nos ciega y evita contemplar la diferencia. Este es uno de los grandes paradigmas de pensamiento occidental desde el platonismo.
De esta manera, la igualdad siempre ha sido la característica fundamental para clasificar la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Todo lo sabemos en base a esa lógica de la identidad y lo todo lo demás no existe, por eso nuestro pensar es grosero, dejando de lado los continuos matices que siempre despreciamos. Matices como los de asignarme (por el hecho de tener un pene, ser moreno, tener unos rasgos, etc ) una personalidad, unos deseos, que entierran toda la multiplicidad que soy, acoplando mi identidad a lo que se ajusta a eso, y dejando de lado todo lo que difiere, lo que se escapa, lo podría llegar a ser.
Ser feminista no es darle la vuelta a la tortilla y que las mujeres adopten el rol de dominación y los hombres el de sumisión, ni siquiera es la igualdad mediante la cual todos los sexos deberían ajustarse al paradigma masculino y occidental de "lo justo". Es separar el sexo de la identidad, es decir, que el sexo no sea la clave por la que desde pequeños seamos tratados de una manera u otra, sino que podemos construir una sexualidad fuera de una función social asignada mediante el sexo masculino-femenino y que por lo tanto ser mujer u hombre pueda llegar a ser más que tener sexo masculino o femenino y no menos.
Pasando a la música pop, podemos encontrar episodios de crítica desde la cual las mujeres y los hombres han querido romper con esa idea predeterminada de lo que es ser hombre o mujer. Uno de los más importantes es el que se desarrolló en los primeros 90 ante el sexismo que se daba en la escena hardcore. Riot Grrrl, Ladyfest y Rock Camp for Girls fueron diferentes desarrollos de esa revolución cultural que hoy en día tiene unos de sus mejores representantes en el Ladyfest de Madrid con el lema "Tu revolución no me interesa si no puedo bailar". El programa será extenso y tendrá lugar desde el día 20 de junio hasta el 23, con diversas actividades en diferentes lugares (documentales, teatro, charlas, conciertos, fanzines). El cartel detallado y completo lo podéis encontrar en la web del ladyfest.